Las empresas son como personas
Milán 28 de enero de 2010
Las empresas se comportan como las personas, con su propia historia.
Con una historia que pertenece a la familia que la ha constituido y fundado.
Así que una empresa no es una cosa, ni un objeto. No podemos tratarla como cualquier cosa.
Las cosas son de otro modo…
Es la empresa la que nos trata a nosotros.
Pues está al servicio de otros, no sólo de quien está en ella.
(Al público): Cerrad los ojos.
Ahora miramos nuestra empresa, a la que pertenecemos; o bien observamos nuestra profesión.
La ponemos delante de nosotros, a una cierta distancia.
Observamos cómo la empresa o la profesión se mueven.
Quizás la empresa o la profesión miran hacia algún lugar.
¿Nos miran a nosotros o miran hacia otro lugar?
Quizás miran al suelo, lo cual significa que están mirando a un muerto, o quizás a más de un muerto. A muchos más.
Nos permitimos ser transportados y movidos por nuestra alma, dejándonos llevar por este movimiento que observamos.
Nos movemos entonces dentro del alma.
Ellos son quienes conducen el movimiento, y nosotros nos dejamos llevar por su guía.
Y pasamos a observar los sentimientos que atraviesan nuestra alma Incluso los síntomas físicos que aparecen, de manera que nos dejamos conducir también por ello.
Estamos en movimiento.
Y a todo aquello que está sucediendo delante de nosotros, a todo aquello que sucede dentro de nosotros, le decimos: ¡Sí!
Y percibimos el efecto de ese “sí” en nuestro cuerpo y en nuestra alma.
Quizás surge de repente una comprensión: la comprensión de una dinámica totalmente nueva.
Y quizás esos muertos renacen y se colocan delante de nuestro campo visual, calando de igual manera sobre nuestro sentimiento.
Mientras tanto: ¿Qué le ha sucedido a nuestra empresa y a nuestra profesión?
¿Cómo se mueven ahora?
Ahora tomamos en nuestra alma a todos los que estaban muertos, y a nuestra empresa, y a nuestra profesión. Y a todo lo que vemos le decimos: “Me pertenecéis, tal y como sois. Os digo ¡sí! Ahora podéis ser… por un tiempo”.
Y nosotros sentimos también cómo a través de ellos nos hemos enriquecido.
Cómo nos hemos hecho más humanos, más abiertos, y con un amor y una fuerza nuevos.