ACERCA DE LAS NUEVAS CONSTELACIONES FAMILIARES

En el origen, lo nuevo Por Marcelo Androetto 

Ahí viene caminando Bert Hellinger. Apoyado en un bastón, pero sobre todo en una sonrisa serena, en unos ojos profundos. Un par de metros detrás, se suma su esposa Sophie. En la mañana de Buenos Aires, en la vigilia del multitudinario taller en el Teatro Coliseo, un puñado de periodistas esperan a los Hellinger para una conferencia de prensa sui generis, diferente a todas las que les haya tocado cubrir. Lo importante no son las palabras, sino más bien el silencio y las entrelíneas, las miradas sostenidas, el amor que emana de los entrevistados como de una fuente. Y la receptividad de los entrevistadores, menos profesionales que lo habitual, más vulnerables a la fuerza de la Gran Alma. Un encuentro de almas: mejor escucharlos a Bert y Sophie, que de esto saben. Las preguntas van y vuelven como un boomerang, en forma de nuevas comprensiones para todos.

Acerca de las Nuevas Constelaciones Familiares.

“Primero, pregunto a los participantes quién tiene un asunto para tratar conmigo. Hay muchos que levantan la mano. Entonces, yo o Sophie elegimos a alguno de ellos, y luego esa persona se sienta a mi lado. Pero no le pregunto por su pedido o su asunto, solamente está sentado a mi lado. En ese momento, comienza esencialmente algo diferente. Y ese es el secreto de la Hellinger sciencia; Yo no sé nada, el cliente no sabe nada. Y sin embargo, hay una forma totalmente distinta y oculta que aparece. Luego elijo a un o una representante para el cliente o la clienta y los ubico, nada más. Ahora, este representante, sin saber de qué se trata, es tomado por un movimiento. Y Sophie y yo observamos ese movimiento y permitimos que tenga un efecto en nosotros. Y vemos que aún falta otro representante. Entonces lo elegimos y se agrega. Y ahora comienza un movimiento entre ellos dos, pero ninguno de ellos sabe de qué se trata. Son llevados por otro movimiento. Y a partir de los movimientos de estos dos, se pone en evidencia si hay que agregar nuevos representantes. Y así se continúa. Sin que se hable, no se dice nada. Y luego de un tiempo, lo esencial sale a la luz, aquello que conduce a la paz. Al final todos respiran aliviados. También la persona para la cual hemos comenzado con esa constelación. De repente, todos saben de qué se trata. Pero no se dice nada acerca de eso. No le preguntamos al cliente cómo se siente. Salió a la luz, no sólo para él o para ella, sino para todas las personas presentes en la misma medida. Todos aquellos que están presentes son llevados por un movimiento hacia la paz. Y eso es lo nuevo. Lo sorprendente. Lo extraordinario. Lo que surge a la luz a través de la constelación para todas las personas presentes”. (Bert Hellinger) 

Acerca de movimientos y comprensiones nuevas. 

“Reflexioné en ello durante mucho tiempo, acerca de lo que sale a la luz en una constelación. Y lo vivencié en mi alma. Otra cosa salió a la luz. En primer lugar, para mí personalmente. Más allá de lo que yo podía imaginar, tuve una comprensión, y esa comprensión fue un regalo del cielo, de una fuerza totalmente diferente. ¿Y cuál fue el resultado? Me volví humilde. Más allá de mis propios pensamientos. Más allá de mis objetivos personales. Y sólo quedó una cosa: debía confiar en otro movimiento. Y eso es lo que hago ahora. A todos ustedes les doy la oportunidad de percibir el efecto de lo que sienten en ustedes sobre lo que yo dije, también para que puedan acompañarme hacia un movimiento creador. Y eso presupone, por supuesto, que soltemos todo aquello que hayamos escuchado acerca de las constelaciones y de la Hellinger sciencia anteriormente (…) Todo en nuestra vida empieza abajo. Y de abajo va subiendo. Y luego se va ampliando. Y así es con las Constelaciones Familiares. Es un movimiento que comenzó abajo y que luego se fue expandiendo. Y ahora llegué a este movimiento en el que yo puedo confiar totalmente, a un movimiento que parte desde otro nivel, que es regalado a cada uno que confíe en él” (…) ¿Si los clientes sienten algo diferente ahora en relación a antes? Pudimos verlo, todos fueron llevados por ese movimiento y a ese movimiento. Y lo mismo experimentaremos seguro aquí, en Argentina”. (Bert Hellinger) 

Acerca de los periodistas y la nueva dimensión de amor. 

“A ustedes los llevo hacia esta otra dimensión, con respeto hacia ustedes personalmente, pero también a aquellos a quienes ustedes llevan a esta nueva dimensión ¿Cómo? Al servicio del amor. Cuando yo imagino la cantidad de personas a las que ustedes llegan a través de su trabajo, si ustedes acompañan este movimiento, ¿cuántos hombres que se preocupan sobre su futuro se sentirán de repente llevados, acompañados hacia un nuevo amor? Lo que ustedes hacen con su trabajo, ante el cual tengo el mayor de los respetos, crea el punto de partida para muchos hacia una nueva paz. Sophie, ¿acaso no hacemos algo especial con nuestro trabajo en conjunto? Sophie me acompaña en este camino, y yo soy llevado por ella a este nuevo nivel. ¿Cómo lo hacemos? Tomándonos de la mano”. (Bert Hellinger) 

Acerca de constelar a Argentina como país (para la paz). 

“En todo, permanezco abajo. Sin ese tipo de planes. Sin la imaginación o la idea de que yo podría mejorar el mundo. Y al quedarme abajo, me siento en sintonía con una fuerza, un poder eterno. Entonces, si ustedes transmiten a alguien lo que yo dije aquí, de repente se vuelve activo, porque está convencido de que puede hacer algo, empezar la paz. Yo, cuando experimenté eso, me volví totalmente sereno. Y al volverme así, aquí en mi corazón sentí otro tipo de fuerza, que siento continuamente después de haber recibido el regalo de esa comprensión, sin objetivos, siendo guiado de instante a instante por otra fuerza. La tensión está acá (cabeza), la paz, la tranquilidad está aquí (corazón). Lo que aquí tiene efecto, es algo eterno, y lo eterno no conoce prisa alguna. Y si yo me sintonizo con ese movimiento, también me siento tranquilo. Y algo sucede luego a mi lado, algo lindo, sin mi intención. Llega a mi alma como un regalo del cielo. Si yo me imagino lo que ustedes (periodistas) a través de su profesión pueden hacer a través de pocas palabras, con amor desde muy adentro, me imagino cuántas personas se volverán felices a través suyo. Y eso me alegra”. (Bert Hellinger) Aquello que yo tengo para ofrecer lo puede aprender cualquiera y creo que todo aquel que tenga suficiente tiempo y paciencia, puede dar grandes pasos en ese aspecto. Y es la base para la Hellinger sciencia. Por eso, hoy ya no hace falta que escuche el problema que tiene otro, sino que escucho a través de mi corazón. Y mi corazón está abierto a través de mis ojos, y cuando la persona viene a mí y se sienta a mi lado yo sé lo que siente y lo que piensa. Y eso muchas veces es muy diferente a lo que explica en palabras acerca de un problema. La raíz se encuentra en otro lugar del que nosotros pensamos. Pero también es así que en todo problema se encuentra la solución y por eso no es necesario hablar mucho. A veces es importante apartar la razón. El “arte” es: unir, integrar lo no dicho, y saber cuándo me detengo, cuándo digo basta, porque no necesito saber todo lo que pasa con el otro. Bert me enseñó mucho a mantener el silencio y permitir al otro ir a su desgracia. A veces yo pienso que hay tanto potencial detrás de esto, ¿no será que yo puedo intervenir? Muchas veces me encuentro en un conflicto”. (Sophie Hellinger) 

“No hay espacio ni tiempo. No hay malo ni bueno, ni correcto ni incorrecto. Todo esto lo hemos escuchado miles de veces. Pero la experiencia es otra cosa. 

La constelación abre la puerta para acceder a este espacio sin tiempo. Como sabemos, cualquiera puede designarse “facilitador” y para cada uno se le abre la puerta. Ahora, si el facilitador tiene una intención y el cliente también, es como si se hubiesen dirigido a un espacio, y en ese espacio buscan y encuentran la solución que se presente. Pero ese espacio tiene muchas otras innumerables puertas más, si el facilitador puede permanecer sin intención, se abre otra puerta más, la pregunta es qué puerta se abre si hay diez o veinte. Siempre se da en resonancia con el facilitador, y cuando llego a otro espacio no hay solamente 20, sino otras 30 puertas, y cuanto más hablo permanezco en este primer o segundo espacio, y así se va abriendo un espacio detrás del otro si el facilitador está sin intención, cuando no se sienta obligado a tener que presentarle una solución al cliente por tener miedo de perderlo. Cuando un facilitador tiene esas ideas, probablemente se moverá en esos primeros espacios. Pero supongamos que pueda acceder a otros espacios, entonces lleva a todos los presentes a que acompañen, de ese campo se abre una información que entra en resonancia con todas las personas presentes. Por eso, en este tipo de constelaciones, no existen constelaciones personales. Sí existe cuando lo vemos desde la cabeza, desde la razón, pero
 (en relación a) esa persona que buscó esa constelación, todos sienten una resonancia para su problema, aunque tal vez no lo tengan consciente en estos momentos. Con las constelaciones accedemos a niveles donde el cliente no puede formular a través de palabras conscientemente su problema, pero en el campo se abren muchos, muchos problemas. 

Acerca de acallar la mente y la belleza de no intervenir. 

“En la constelación, uno puede preguntar de qué se trata, lo escucho, pero lo olvido de inmediato; entonces, la razón está ocupada. Y en la vida de todos los días uno puede acallar la mente cuando deja de defender sus propias creencias y convicciones. Siempre ahí está pre programado el conflicto y la pelea, porque por cada convicción peleo de manera tal como si se tratara de mi vida, y en realidad todo eso es superficial. No se trata de no tener convicciones, sino de mantener válida la convicción de la otra persona. Entonces, vuelvo a estar donde decía antes, no debo intervenir: veo la convicción del otro. Y me pongo triste porque a través de esa convicción es imposible que se desarrolle ese potencial, y esa separación es muy pequeña, y a la vez increíblemente grande, y la persona no puede ir más allá de ese límite; pero uno puede aprenderlo, de la misma manera que un músico aprende a tocar un instrumento. (Sophie Hellinger) “Pienso que se dijeron tantas cosas importantes… que en nuestro interior tienen que tener el tiempo para poder resonar; también en mí tienen una resonancia interna. Creo que hemos dicho todo. Fue muy lindo estar acá con ustedes, dije cosas que en otros momentos no digo y con ustedes tuve la alegría de poder decirlas”. (Bert Hellinger)