EL ÉXITO EN LA VIDA,EL ÉXITO EN LA PROFESIÓN, AMBOS SE LOGRAN JUNTOS

El éxito en la vida, el éxito en la profesión, ambos se logran juntos
Madrid 22-23 de Enero de 2010

 La culpa

HELLINGER: ¿De qué trata lo tuyo?

MUJER: quiero tener pareja.

HELLINGER: es decir, que quieres encontrar la felicidad.

SOPHIE: mira cuantos hay aquí que también buscan la felicidad.

HELLINGER: ¿tuviste ya una relación estable?

MUJER: sí.

HELLINGER: ¿tuviste hijos?

MUJER: sí, mi tercera hija tiene 16 años.

HELLINGER: entonces ya experimentaste mucha felicidad... ¿y por qué ahora estás sola?

MUJER: no lo sé.

HELLINGER: ¿estás separada?

MUJER: sí.

HELLINGER: ¿y por qué?

MUJER: bueno, se acabó.

HELLINGER: en el caso de quién?

MUJER: él se volvió a casar con una persona que encontró y...

HELLINGER: ¿sigues enojada con él por ello?

MUJER: un poco.

HELLINGER: entonces no encontrarás otra pareja.

SOPHIE: ¿cuántos hijos habríais tenido?

MUJER: tuve mi hija con él.

SOPHIE: ¿cuántos hijos tienes?

MUJER: ella es mi única hija viva.

SOPHIE: ¿y cuántos hijos hubieras tenido?

MUJER: pues en total hubiera tenido tres.

SOPHIE: ¿y qué ocurrió con los otros dos?

MUJER: los dos primeros fueron abortos provocados por mí.

HELLINGER: en el caso de un aborto, junto con el hijo también se aborta al marido,
a la pareja. ¿Lo podéis percibir? Entonces, un aborto tiene un efecto muy profundo en la relación de pareja también en las relaciones de pareja futuras.
SOPHIE: y todavía no te has ocupado de esos dos hijos con todo el amor y toda la atención en tu corazón.

MUJER: (afirmando con la cabeza y poniéndose la mano en el pecho) “los tengo en mi corazón”

SOPHIE: si fuese así, yo no hubiera recibido una información de ellos... Y están suspendidos en tu campo energético. Y eso, a cualquier hombre nuevo le da miedo porque todo aborto es un asesinato. En el alma se percibe como asesinato. Y los efectos son los mismos que los que se dan en un caso de asesinato verdadero.
Y en el caso de un aborto, se da un bloqueo en la parte abdominal baja de la mujer y eso también lo sienten los hombres. Y entonces, a pesar de ser una hermosa mujer, no resultas atractiva. Porque la relación entre hombre y mujer está orientada a tener hijos, no importa si sigue siendo posible o si ya no es posible. Aún tú no te has reconciliado con aquello que ocurrió en tu útero. El shock aún está ahí.

HELLINGER: quiero decir algo acerca de la vida en el útero. Como hombre en realidad no tengo el permiso pero hace dos semanas una mujer me envió un e-mail con una foto. La mujer estaba embarazada de 21 semanas y en una revisión médica se manifestó que su hijo tenía una columna vertebral abierta. Eso significaba que el niño moriría al nacer. Y hay un médico en EEUU que puede operar a un niño en el útero y lo hizo, es decir, que se extrajo por así decirlo el útero para poder operar y el útero estaba un poco abierto. Después de la operación, el hijo sacó su pequeña mano por esa apertura y acarició el dedo del médico, lo sostuvo y eso se filmó en una imagen. ¡Cuán vivo es un niño en el útero, desde el comienzo!, ¡toda una persona!

SOPHIE: y el hijo nació sano, con la espalda bien cerrada.

HELLINGER: y ahora imaginémonos cómo es a la inversa.

SOPHIE: también en EEUU había un médico que ganaba la mayor parte de su dinero realizando abortos. Tenía una clínica para la mujer donde empleaba a muchos médicos que, casi exclusivamente, se dedicaban a realizar abortos. Y un buen día él realizó un aborto y sin embargo la mujer tuvo un hijo. Y entonces dijo: ¿cómo puede ser?, ¡eso no existe! Y en los futuros abortos introdujeron una cámara en el útero para filmarlo y hay que saber que el aborto se da de la siguiente manera: se introduce una pequeña pinza y parte por parte se va extrayendo una parte del hijo, es decir, un pequeño brazo, un pequeño pie, así se va sacando. Y en la mayoría de los casos se vio que ese feto se va tanto contra la pared del útero que hace como una hendidura en él y los movimientos para huir de muchos embriones son tan rápidos que es muy difícil encontrarlos con la pinza.
Después de haberlo visto, el médico ya no pudo dormir con tranquilidad y publicó en DVD lo que se había filmado, cerró su clínica y ahora gana su dinero yendo de hospital en hospital para compartir sus experiencias con otros médicos. El DVD se estuvo en internet durante mucho tiempo en “abortos”. No sé si aún se puede encontrar. Yo lo vi y la verdad es que sentía escalofríos en la espalda, se me estremecía y, por supuesto, este tipo de cosas queda en el campo energético.
El que no sabe de campo por supuesto no puede comprender lo grandes que pueden ser los efectos de eso. Y lo peor es cuando una madre dice: sí, no era posible de otra manera.

HELLINGER: también quiero decir algo sobre esto. En esto que acabamos de decir y en lo que son los efectos de este tipo de aborto, nos movemos en el campo de la consciencia y en ese campo hay un movimiento básico de compensación.
Entonces, por un lado, alguien se siente culpable y no importa la forma en que trate de explicarlo, el movimiento básico es: yo le hice daño a alguien y para compensar, me hago daño a mí. Eso es un movimiento de culpa y de expiación y ese movimiento busca, por así decirlo, arreglar algo. Es como si alguien tuviera que pagar por esa culpa, ¿y cómo paga por esa culpa?, se hace daño a sí mismo en la misma medida en que hizo daño al otro.
Esos movimientos de culpa y expiación aniquilan la vida y llevan a la muerte y son movimientos ciegos sin comprensión de lo que se trata a nivel profundo.
Y ¿qué hacemos exactamente cuando nos sentimos culpables si queremos deshacernos de la culpa?, nos convertimos en dueños de nuestra culpa y sus consecuencias. En realidad, nos comportamos como Dios y eso jamás sirve. La culpa nunca se va y no hay expiación que pueda arreglarlo.
Ese es el ámbito de la consciencia y en ese ámbito nos movemos la mayor parte del tiempo. Y el movimiento de la consciencia en todos los sentidos se contrapone al movimiento del espíritu. Por eso hay una solución al problema de culpa y expiación que no se da en la consciencia. En la consciencia el movimiento se da en la forma que alguien quiere volver a ser inocente, es decir que se quiere liberar de la culpa y volver a ser inocente. Pero, ¿cómo se hace eso en el ámbito de la consciencia? Volviendo a ser culpable, haciéndose daño a sí mismo.

Y todavía hay algo más que tener en cuenta dentro del movimiento de la consciencia: si el culpable no expía, un hijo expía en su lugar. Eso es otro efecto más. También con relación al aborto.
Y entonces tenemos la sensación de poder pertenecer nuevamente. A través de la expiación ya se hizo suficiente justicia y podemos nuevamente pertenecer.
Todas las religiones, todo el cristianismo, se mueven dentro del campo de culpa y expiación. ¿Cuáles son las promesas de la religión?: que a través de ella nosotros nos deshacemos de la culpa. Eso sí, pagando un precio muy alto. Por ejemplo en el cristianismo para pagar ese precio, el así llamado hijo de Dios, debe morir en la cruz. ¿Puede una idea ser más loca que ésta? Y sin embargo se mantiene a través de nuestra esperanza de deshacernos de la culpa de esa forma.

Y ahora llego a la solución.
Ahora, después de todo lo que hemos dicho, no hubiéramos tenido permiso de decirlo si no tuviésemos la salida hacia una solución. Eso vale también para ti.
Entonces, es totalmente evidente que no podemos movernos en ningún sentido sin que otra fuerza creadora esté trabajando. También en nuestro cuerpo. Los miles de millones de movimientos en nuestro cuerpo que trabajan en conjunto en cada momento, sólo son pensables si detrás de ellos actúa una fuerza todopoderosa y, porque todo lo que ocurre es puesto en movimiento por esa fuerza tal como es, también con todas las consecuencias, es impensable que este poder, esta fuerza, diferencie entre el bien y el mal. Es decir, que todo lo que ocurre está al servicio de ella y no sólo de forma personal, todo está al servicio de un todo más grande. También la culpa.
Si lo pensamos hasta el final, toda culpa es querida por Dios. También las consecuencias de la culpa son las que Dios quiere. No es que por eso queden anuladas. También ellas están al servicio de la vida. Lo que se haga a un niño, en caso de un aborto, ¿el niño está perdido?, ¿se le pierde a esa fuerza? Y lo llevo hasta las últimas consecuencias. ¿No está también un aborto al servicio de la vida?
Todos esos hijos viven, ninguno está muerto, todos están presentes y la madre y aquí por supuesto también el padre, a través de la culpa, son tomados a otro servicio. Entonces, aquel que se siente culpable y mira a su culpa a los ojos, es decir, si tú la miras a los ojos, y dices ”asiento a las consecuencias pero sin expiación”, el culpable entonces a través de su culpa gana una fuerza para servir a la vida que va mucho más allá de la fuerza de un inocente y para ti la solución es que en memoria a los hijos estés al servicio, sirvas a la vida de otra manera, con humildad, en consonancia con esa otra fuerza . Y eso tiene un efecto reconciliador.

Y ahora vamos a nuestra alma y miramos aquellas situaciones de las que nos sentimos culpables por las razones que sean o que fueran y miramos a los intentos que hicimos para deshacernos de la culpa, ¿qué expiación estábamos dispuestos a hacer?, ¿o a quién le echábamos la culpa en lugar de mirar nuestra propia culpa?. Y ¿qué efecto tenía en nuestra alma?.
Y ahora miramos más allá de esa culpa, a otra fuerza, la única fuerza creadora a la que todo está sometido, sea lo que sea que hagamos.
También nuestra culpa.
Miramos allí y decimos a esta fuerza: lo que haya sido mi culpa, ahora estoy al servicio de la vida, del amor, con fuerza.
Y, repentinamente, desaparece el campo de la consciencia, pierde su fuerza y se abre ampliamente para otro tipo de amor.
Y eso, ¿qué significa?: asentir a todo tal como es y tal como fue.
Y la mirada más allá de los límites de la consciencia, hacia otro amor, sin diferenciar entre el bien y el mal.
(A la mujer): ¿Cómo te sientes ahora?

MUJER: mucho mejor.

(SOPHIE la saca y llama a un hombre que pone enfrente de ella)
-          Él sería una posible nueva pareja.
(Los dos se miran, el hombre comienza a avanzar hacia ella hasta quedarse cerca. Ella sonríe un poco, él sigue avanzando, se miran y se cogen las manos, siguen acercándose, frente con frente, vuelven a mirarse, empiezan a cogerse entre los brazos, se abrazan... A veces se separan, sonríen, se abrazan de nuevo... Dura como un cuarto de hora o más).

HELLINGER: dile a él “no”.
MUJER: no.
HELLINGER: bien, esto es todo.
¿Se dieron cuenta de la diferencia? ¿Tú lo notaste?
MUJER: el qué
HELLINGER: la fuerza (ella asiente).


1ª parte: la felicidad


HELLINGER: Sophie y yo nos alegramos de estar nuevamente aquí en Madrid y podéis ver lo importante que es que Sophie esté a mi lado. Porque juntos hemos seguido buscando las leyes del éxito y hemos encontrado muchas.
Les doy un pequeño ejemplo: cuando estábamos en Hong-kong, Sophie trabajó con un hombre que tenía una hija de 3 años que nunca había podido caminar. Sophie lo conectó con algo inconcluso en su pasado. Tiene un talento especial, un don particular para dirigirse a esas profundidades y mirar allí. Y al final del curso, es decir, el domingo pasado, el hombre se nos acercó y dijo: dos días después de la constelación, la niña comenzó a caminar.
Es decir, que las constelaciones familiares que ahora se difunden a nivel mundial, se han ido desarrollando de una manera que aún es imposible prever todas las posibilidades que nos ofrece para una vida feliz. Con esto, les damos una cordial bienvenida a este curso.

SOPHIE: Yo me alegro de veros y poder estar aquí. Sed muy bienvenidos. Todos vosotros estáis invitados a acompañarnos en un viaje que lleva hacia uno mismo en el que podéis ver y comprender quiénes sois y de donde venís. ¡Que encontréis esa confianza que nadie más puede regalaros, solamente vosotros!

HELLINGER: Bien, entonces comenzaré a decir algo acerca de la felicidad. La felicidad sigue a un éxito. Nosotros sentimos la felicidad como una recompensa por una tarea, pero una tarea especial, una tarea al servicio de la vida. ¿Hay una felicidad mayor que aquella de los padres que miran a su hijo recién nacido? ¿Hay alguna tarea mayor al servicio de la vida? ¿Y hay una felicidad mayor que mirar a un niño así? ¿Podéis percibirlo? ¿Y qué sucedió con nuestros padres cuando nos miraban a nosotros después de haber nacido? ¿Con qué felicidad?

¿Y cómo somos felices nosotros?: cuando respondemos a aquella felicidad y volvemos una vez más a esa situación, tomados por nuestros padres, cuando se asombraban por nosotros, ¿ese es nuestro hijo, nuestra hija? Incluso debían acostumbrarse a esa felicidad. Y luego se miraron y dijeron: sí, es nuestro hijo, nosotros lo trajimos a la vida.

Cerrad los ojos

Volvamos atrás a ese momento, nuestros padres nos miran con amor, felices. También felices porque todo salió bien al arriesgarse a concebir un hijo y traerlo al mundo y que se haya cumplido así. Y en ese momento sabían: nosotros somos sus padres por toda la vida. ¡Qué amor! La pregunta es: ¿en nuestro corazón, seguimos conectados con esa gran felicidad, con la felicidad de nuestros padres acerca de nuestra vida o más adelante algo se interpuso como para que el recuerdo de esos momentos haya sido tapado por otras cosas?
Por ejemplo, cuando hubo una separación temprana de la madre y nuestra felicidad, repentinamente, se desmoronó. Y ahora, en nuestra vida, vamos llevando esas imágenes y siempre que para nosotros se abre en algún lugar la felicidad, esas imágenes se interponen en nuestra felicidad de entonces y las limitaciones de ahora. Y sin embargo sería muy fácil volver a encontrar esa felicidad temprana.

Ahora nos imaginamos que simplemente dejamos atrás esas imágenes que se contraponen a nuestra felicidad y les damos vida a esas imágenes tempranas y a las experiencias y las mantenemos siempre en movimiento, siempre nuevas experiencias, siempre felicidad nueva.
El día resultó demasiado corto para poder vivenciar toda esa felicidad. Y ahora nos imaginamos que miramos a los ojos a nuestra madre, a nuestra madre de entonces, y la miramos a los ojos como el niño o la niña de entonces, plenos del amor de ella y de nuestro amor hacia ella.
Y es como si pasáramos más allá de esas imágenes que se interponen hasta que esas otras imágenes comienzan a brillar y, junto con ellas, nuestros rostros. Y esa felicidad, esa alegría, esa alegría que brilla, la llevamos ahora a toda nuestra vida y a lo que más tarde pareció difícil. Con esas imágenes felices también nosotros pasamos más allá, felices y, de repente, surgen nuevas imágenes de muchas personas que nos amaron y que nosotros amamos y nos sentimos cada vez más enriquecidos por la felicidad.

Muy bien, ¿estáis abiertos para la felicidad?, ¿para nuevas vivencias de felicidad?

Con esta introducción pudisteis ver que trabajamos con todos juntos a la vez, todos tenéis la posibilidad de dar unos pasos adelante en el sendero de la felicidad. Es cierto que aquí trabajamos con personas individualmente pero siempre de manera que todos puedan ser incluidos, de manera que, al final del curso, podáis regresar a vuestros hogares más felices y en casa también otros serán más felices a través de vosotros. Y ahora vamos a demostrar un ejemplo de cómo podemos encontrar la felicidad y superar los obstáculos que se interponen entre ella y nosotros.

La forma de proceder es cómo sigue: Sophie y yo preguntaremos ¿quién quiere trabajar con nosotros? Vosotros levantaréis la mano y nosotros elegiremos a alguien pero no porque lo conozcamos o podamos hacerle un favor, nosotros elegimos en sintonía con un amor más grande. Es decir, que permitimos ser guiados y la experiencia es que si permitimos ser guiados de esa manera y elegimos a una persona, el caso de ésta trata de algo importante para todos. De manera que, al mismo tiempo, también otros puedan aprender y experimentar algo. Y ahora le digo a Sophie que está ahí sentada que comience ella.

SOPHIE: ¿quién tiene una petición?... (Sophie señala a alguien entre el público, un hombre).

HELLINGER: ahora seguramente quisieran saber de qué tipo de demanda se trata. Nosotros también porque cada vez permitimos empezar con una aventura.
(El interesado se sienta entre ambos)

SOPHIE: ¿quién de vosotros no estuvo nunca en una constelación familiar? (Sophie mira el nombre del interesado). Pensé que veía un nombre. ¿Me dices tu nombre de pila?
-          Alfonso
-          Cierra los ojos.

HELLINGER: internamente dile a alguien: “dejé de intentarlo”. Y dile a tu madre: “dejé de intentarlo contigo y junto contigo en mi vida”. Internamente perciban hasta qué punto también es así para vosotros.

SOPHIE: ¿me puedes ver? (dirigiéndose al interesado) ¿Qué quieres?

interesado: quisiera saber si realmente quiero a la chica con la que estoy saliendo.

HELLINGER: ¿es como un test para Uds.?, aquel que formula ese tipo de preguntas, cuando alguien le dice eso a una mujer, ¿qué ocurre? Ella se siente abandonada porque dejó de intentarlo. Luego entonces, él la perdió.

SOPHIE: eso en buen español significa, no puedo amar, no siento el amor, no lo percibo, no tengo un sentimiento interno vivo. Aquel que ama lo sabe. ¿Qué ocurre con tu rodilla? ¿Qué tienes en la rodilla?

interesado: no sé, que yo sepa nada.

SOPHIE: ¿quién tiene esas molestias en la rodilla?, ¿quién las tuvo?

interesado: yo no recuerdo tener molestias en la rodilla ni quien las ha tenido.

SOPHIE: ¿en tu familia?
interesado: no recuerdo.


HELLINGER: la pregunta es, ¿quién tuvo algo con la rodilla en tu familia?

INTERESADO: no recuerdo a nadie en mi familia con problemas en la rodilla, en este momento no recuerdo a nadie.

SOPHIE: vamos a configurar entonces a esa mujer de tu pregunta y luego a tu rodilla. Una mujer... (Sophie señala a alguien en el público). Un hombre... (señala a un hombre del público).
¿Es esta mujer con la que él no está seguro de si la ama o no? Tú eres él.

REPRESENTANTE: ¿puedo decir algo?, me duele la rodilla.

SOPHIE: no es una broma, veremos lo que sigue...
(Al representante de él comienzan a doblársele las rodillas, sobre todo la izquierda y tiende la mano derecha hacia la mujer, se va agachando poco a poco hasta arrodillarse y sigue con la mano extendida hacia ella, luego mira al suelo y a ella alternativamente. La mujer se toca el pecho.
Sophie saca a otra mujer. La mujer se va acercando a él y le pone la mano en la espalda, montándose encima a caballo y abrazándolo por detrás. La otra mujer se gira hacia su derecha.
Él va cayendo y la mujer que lo abraza junto con él. Luego, él comienza a incorporarse lentamente y se sienta en el suelo, la mujer también, de la mano. Él vuelve a mirar a la primera mujer que salió, la otra mujer ha quedado detrás. Él se acaba de incorporar y se pone de pie pero se vuelve hacia atrás y hacia delante alternativamente. Sigue tendiendo la mano, esta vez la izquierda hacia la primera mujer. Ésta lo mira y da unos pasos hacia él.  Él sigue mirando alternativamente a la otra mujer y se le acerca, ésta está sentada en el suelo de espaldas a él. Él le da la mano y se pone frente a ella agachándose para tocarle la cara y el pelo. Ella va otra vez por detrás de él, él sigue tendiendo la mano a la primera mujer, mira el suelo, se toca la rodilla derecha esta vez y se pone la mano en la frente agachando la cabeza. La mujer detrás, le pone las manos en la espalda y mira a la otra mujer).

SOPHIE. ¿te reconoces?

interesado: puede que algo.

SOPHIE: has dejado de intentarlo, abandonaste, abandonaste... ¿Alguien tuvo un problema con la cadera?, no tú, alguna otra persona...

INTERESADO: ¿en mi familia problema con la cadera?, bueno mi padre que tiene 84 años acaba de romperse la cadera, se cayó, un accidente típico de la edad.
(En ese momento, el representante empieza a andar hacia delante con dificultad, rodillas dobladas)

SOPHIE: ¿qué significa típico de la edad?, es decir ¿toda persona a los 80 años se rompe la cadera?

INTERESADO: no todas.
(El representante ahora mira a la mujer y sonríe un poco, luego sigue mirando alternativamente)

SOPHIE: no quiero seguir, tal vez esa pregunta de que amo o no a alguien sea tan soberbia... aquí no somos un oráculo donde alguien pueda averiguarlo. Estos niveles son absolutamente sagrados.

HELLINGER: tengo una pregunta más para tí. ¿Qué ocurrió contigo cuando tenías cuatro años?

INTERESADO: no tengo ni idea, no sé a qué se refiere, no recuerdo bien mis cuatro años.

HELLINGER: yo le dí una última oportunidad y ahora también abandono, dejo de intentarlo.

SOPHIE: sin embargo, creo que puede haber sido la constelación más grande de todas las que hayas tenido. Porque alguien levantó la mano indicando que quiere paz y tranquilidad pero tal vez no eres tú el que lo puede hacer. (Le saca a él mismo). Dile: “yo no digo nada”.

INTERESADO: yo no digo nada.

SOPHIE: no voy decir nada en absoluto (él lo repite).

HELLINGER: prefiero morir (él lo dice).

SOPHIE: todo queda tal como está (al decirlo, la mujer lo mira triste y se va hacia atrás un poco, tumbándose a continuación en el suelo, él tiene las manos cruzadas detrás. Luego se vuelve hacia la primera mujer que salió y avanza hacia ella un poco con las manos siempre detrás. Da pasos hacia delante y hacia atrás).
(Dirigiéndose a esta mujer): dile a ella: “yo sí te veo” (la mujer lo repite). “A tí no te veo” (dirigiéndose al hombre).
Aquí tenemos el caso típico de que algo ha ocurrido en una familia, el éxito en la familia está ausente, la felicidad está ausente y él no tiene permiso para mirar lo que ocurrió ahí, hay un gran secreto y luego busca una mujer y esa nueva mujer ama a esa mujer de su familia sin saber. Eso se llama una comunidad de destino. Si ellos pudieran unirse, ella haría algo que él jamás haría. Él no tiene el permiso de su familia para poner algo en orden y luego ser feliz. Por eso, inconscientemente, busca a una mujer que ponga algo en orden en su familia y por eso no sabe si la ama. No puede saberlo porque, de alguna manera, no puede amar y por eso es incapaz de amar por más que lo quiera.  Dirigiéndose a él: aquí todo está cerrado, tu corazón está cerrado. ¿Cuántas relaciones has tenido?

INTERESADO: antes de ésta sólo otra.

SOPHIE: ¿en total?

INTERESADO: dos.

SOPHIE: ¿ésta es la tercera?

INTERESADO: no, la segunda.

SOPHIE: y la primera, ¿te abandonó?

INTERESADO: no, fui yo.

SOPHIE: claro, tú no puedes amar.

INTERESADO: ¿seguro?

SOPHIE: no hay nada seguro, en la vida no hay nada seguro. Dirigiéndose a la mujer mayor: ¿Quieres decir algo, que sucede contigo?
-          Un bamboleo
-          Cuando él dijo que no diría nada de ti.
-          Un dolor, una niebla y un irme hacia atrás.
-          OK ¿cómo estás tu ahora? - dirigiéndose a su representante.
-          Mejor, tenía dolor en la rodilla, me temblaban los músculos y ahora me siento mejor, más seguro y puedo mirar al frente, a ella, ahora respeto (a la mujer joven), me duele menos su distancia.
-          Mira nuevamente ahí y vuelve a decir: “yo no digo nada”.
-          “Yo no digo nada”, pero sin embargo tengo ganas de decir muchas cosas...
-          Gracias, gracias a todos.

SOPHIE: no todas las constelaciones llevan hacia lo que deseamos, la persona debe estar en la actitud correcta y debe ser el momento oportuno y la cualidad del tiempo también debe ser la adecuada, pero nosotros no sabemos qué efectos tendrá. Me parece que recuerdo que hace poco recibimos una carta, ¿verdad? (dirigiéndose a Bert), que también era exactamente la primera constelación en el curso intensivo, ¿era lo mismo verdad, exactamente lo mismo?, pero ahora no recuerdo lo que él escribió...

HELLINGER: yo lo sé exactamente, había una persona que no se podía mover y lo configuré. Elegí a alguien del grupo y éste volvió a vivenciar algo de su propia vida. Era muy dramático. Vivió exactamente aquello que había ocurrido originalmente con el otro y yo olvidé que eran los dos iguales y él cambió completamente, todo cambió para él a pesar de que interrumpiéramos esa constelación y tú también les dijiste que dijeran: “no, yo no digo nada del secreto”. Después, para él algo cambió.

SOPHIE: creo que recibimos esa carta hace tres días. Cuando comprendemos todo parece más pequeño pero cuando no lo comprendemos para nosotros, seres humanos, pasa a una dimensión mayor. Y luego parecería como si se pudiera desarrollar lo mejor, más que cuando nosotros lo desintegramos con nuestra comprensión. Tal vez también sea una prueba para nosotros, quizá esas fuerzas nos estén probando para ver si avanzamos cuando en realidad no tenemos permiso para hacerlo.

HELLINGER: quiero decir algo por mi parte, lo que ocurre en mí: yo lloro (mirando al interesado, éste también le mira muy serio). Bueno, aquí lo dejamos. Mucha suerte para tí.

SOPHIE: te quiero agradecer que justamente tu caso, que podríamos considerar como no óptimo, se haya dado ahora. Porque estás como no integrado. Miro a aquellos que habían levantado la mano y te lo agradezco y también a todos los que se presentaron de tu sistema. Y de tu sistema vinieron, se presentaron varios, como unas seis personas. Mucha suerte para tí, Alfonso.

HELLINGER: quiero decir algo del trabajo con constelaciones. Las Constelaciones Familiares comenzaron de una manera más bien sencilla. Una persona elegía representantes para miembros de su familia y los ubicaba relacionados entre sí y luego, muchas veces, algo oculto salía a la luz. Y al agregar más personas, los representantes iban cambiando, aparecía una solución. Y hubo muchos éxitos con este tipo de trabajo. Hay muchos de vosotros que seguís trabajando de esa manera. Y luego continuó evolucionando porque vimos que los representantes se sentían tomados por otro movimiento. Aquí lo pudimos ver muy bien en el representante de él. Él no podía imaginárselo: era movido por algo.

Y, hoy día, a menudo, simplemente configuramos a alguien sin colocar a los representantes. Y entonces, son tomados por un movimiento en cuyo final, aquellos que estaban separados se han vuelto a unir sin que nosotros intervengamos. Es decir, que hay otras fuerzas trabajando en las que confiamos. En cuanto intentamos ayudar a alguien, sobre todo cuando alguien acude a nosotros y dice: “tú eres mi última esperanza, sin ti no puedo sobrevivir”, eso nos llega al alma. Pero si luego intentamos poner en orden algo para él desde nosotros, nos colocamos por encima de una fuerza superior y eso tiene efectos amplios para todos. Podemos enfermar.

Es decir, que en esos niveles debemos confiar en las fuerzas superiores. Si nos mantenemos retirados como aquí que, a pesar de haber intentado varias cosas seguíamos con pleno respeto ante las fuerzas que se mostraban, eso no queda interrumpido. Al contrario, como pudimos ver en el ejemplo que antes mencionábamos, nosotros confiamos en que aquí se haya puesto en movimiento algo que sigue actuando después. Y no sólo en él, también en su familia. Y que después de un tiempo, también otras fuerzas buenas intervengan.

Así, la experiencia que pudimos vivir aquí nos vuelve humildes y, al mismo tiempo, nos sentimos en sintonía con otras fuerzas.

Seguimos con otra demostración: ¿quién quiere trabajar con nosotros? (llega una mujer).
¿De qué se trata?

MUJER: cada día me veo más invisible.

HELLINGER: ¿sabéis qué significa?, ¿tiene una petición?. No, no la tiene. Esa respuesta sólo la puede dar Dios. Esas esperanzas sin datos concretos...

MUJER: me encuentro aislada, intento abrirme a la gente pero no puedo.

HELLINGER: quiero decir algo acerca de las quejas. Aquél que se lamenta, siempre se lamenta. No importa lo que uno haga con la persona, siempre seguirá igual. Les cuento una historia: alguien iba en un tren en el coche-cama. Había dos camas superpuestas. Uno estaba echado abajo, otro arriba. Y el de abajo escuchaba como el de arriba siempre decía: tengo tanta hambre... Entonces pensó: eso es fácil de solucionar. Así que fue al vagón-restaurante y le trajo algo de comer. El tren continuaba su marcha, el de arriba comió y depués de un tiempo continuó: tenía tanta hambre... ¿Algo más?

MUJER: no.

HELLINGER: mucha suerte. ¿Vieron?, hice feliz a alguien. ¿Alguien más que quiera volverse feliz? (llega un hombre).

HOMBRE: quisiera ver mi relación con las mujeres.

HELLINGER: siempre es interesante con las mujeres ¿no? Vamos a comenzar entonces con una mujer. Necesito una mujer como representante (señala a una). Quédate ahí y tú - dirigiéndose a él - te colocas frente a ella.
(Ambos están frente a frente, se miran, él se mueve un poco, ella empieza también a moverse como de lado, como haciendo un semicírculo, como jugando, sus miradas se cruzan, ella sonríe, juega, él está serio y se avanza un poco, ella con las manos detrás sigue moviéndose cada vez que él avanza).

¡No es tan fácil con las mujeres! Necesito otra mujer. Colócate frente a él. Tú eres su madre (las dos mujeres están al lado una de otra mirándole, ahora más la madre, él sigue mirando serio y se avanza hacia su madre que tiene su mano derecha extendida. Se abrazan pero él lo hace como si fuera una niña, su madre le rechaza)
De la manera en la que uno trata a su madre, así trata también a las mujeres.(La madre le coge la cabeza y lo atrae hacia ella como a un hijo, él se pone de rodillas).
A las madres las ganamos a través del respeto, también con humildad. (La madre tiene la cabeza de él entre su pecho y le acaricia, él se levanta y quiere hacer lo mismo que al principio...)

Aún no aprendió nada... (Él se vuelve a arrodillar y se abraza a ella como un hijo). Por supuesto, él es una excepción. Todos los demás hombres tienen más suerte con sus madres, la respetan en serio... Es sorprendente la paciencia que tiene esa madre, ¿no? (ahora la madre mira también a la otra mujer).
Simplemente mírale a los ojos y tú sólo mírala a los ojos, desde abajo hacia arriba y luego dile: “tú eres la grande, yo el pequeño”. Vuelve a mirarla a los ojos y dile: “gracias, ahora tomo tu amor”.
Y ahora te pones de pie y vuelves a mirar a la otra mujer (él se vuelve y avanza hacia ella hasta quedar cerca frente a frente. Se arrodilla ante ella y ella retrocede un poco mirando a la madre. Él cruza sus manos sobre su pecho y baja la cabeza).
Mírala a los ojos y dile: “estoy al servicio” (ella se arrodilla con él, frente a frente, se cogen las manos y se miran, se van acercando). Dile a ella: “lo siento, ahora realmente lo siento”.

Creo que lo tenemos (madre e hijo se abrazan).
Todo lo demás podemos imaginárnoslo. Bueno, esto fue todo. Y sí, el amor es un trabajo difícil.

HOMBRE: me veía muy pequeño con ella.

HELLINGER: quiero decir algo general acerca de la relación de pareja. Es toda una tarea, nos exigen lo último, lo máximo, no hay una relación de pareja cómoda, a través de la relación de pareja crecemos durante toda una vida, no hay final a la vista. Cada día es un nuevo desafío. Y la relación de pareja es un evento contra la muerte. La vida sólo puede continuar si hay relaciones de pareja. El futuro de la vida humana depende de las relaciones de pareja. Por eso los niños no pueden formar una relación de pareja ni aquellos que, siendo adultos, se comportan como niños. ¿Y cómo se comportan los niños? Todo el tiempo esperan conseguir algo y eso para los niños está bien. Esperan que la madre siempre esté si ellos necesitan algo. Y más adelante, muchos no aguantan que la madre dé y ellos tomen. Porque aquél que sólo espera siempre, ¿ve la grandeza de su madre?

Voy a hacer una pequeña meditación con vosotros.

Cerrad los ojos.

¿Cuál es el mayor milagro de la vida humana? No hay milagro mayor que la madre.
En la naturaleza, no hay acontecimiento mayor que el nacimiento de un niño. Y aquello que le precede.

Tampoco hay una entrega más grande al servicio de la vida. No hay nada que vaya más allá de la grandeza de la madre.

Ahora, imaginad las imágenes que tenéis de vuestra madre, ¡qué imágenes ridículas!, sin respeto alguno. Durante muchos años estuvo siempre para nosotros, siempre.
¿Lo hemos tomado?, ¿le hemos dado espacio en nuestra alma a su grandeza y a su amor?, ¿cuánto hemos tomado de nuestra vida entonces?, ¿podemos tomar algo de nuestra vida sin la mirada hacia la madre y sin la mirada hacia aquella fuerza creadora, a cuyo servicio ella se encontraba, al convertirse en nuestra madre junto con nuestro padre?
Y ahora nos imaginamos que la tomamos en toda su grandeza, y todo lo que ella hizo además aún cuando estaba débil, cuando cometió errores y también cuando nos causó dolor. ¿Qué es eso comparado a su grandeza como madre?

Y en ese sentido no hay diferencia entre las madres. En ese sentido, todas ellas son igualmente grandes. Y ahora lo tomamos en nuestro corazón, su grandeza y su amor.
Y cuánto más tomamos de ello, ¿qué ocurre con nosotros?, ¿qué ocurre con nuestra fuerza?, ¿qué ocurre con aquello que podemos hacer, lograr?, ¿de qué manera diferente y cuanto más servimos a la vida?, grande con abundancia que va más allá, que rebosa.
Y así, cuando tomamos a nuestra madre de esa manera en nuestro corazón, nos encontramos con una pareja. ¿Para qué en realidad? Al servicio de la vida. Y todo lo demás que forma parte de una relación de pareja, tiene como meta el servicio a la vida. Y si hemos tomado a nuestra madre, estamos capacitados para ello.

Y esto también vale a la inversa. Aquellos que son madres o padres, son conscientes de su grandeza al servicio de la vida. Y frente a sus hijos, permanecen siempre grandes. ¡Qué fuerza de repente! Al servicio de la vida, hacia los propios hijos. ¿Cómo están?, ¿están más felices?

Dirigiéndose al interesado: tú también estás más feliz.

HOMBRE: sí, sí, muy feliz.

HELLINGER: bueno, suerte.
Entonces aquí se trataba del éxito en la vida y en la profesión...
Una observación que hemos hecho últimamente: cuando alguien sufre fracasos, ¿en qué se basa ese fracaso? Ha perdido la relación con su madre. Entonces, nuestra relación con nuestra madre, ¿cómo es?
Si tenemos una buena relación, tenemos éxito.
Si la relación con la madre tiene algún disturbio, fracasamos. Todo depende de eso, de la relación hacia la madre, nuestra suerte o nuestra desdicha. Y eso vale por supuesto en primer plano para la relación de pareja. Allí donde ambos miembros de una pareja tienen una buena relación con la madre, es inevitable ser feliz y también que sus hijos lo sean.
Entonces, ¡hacia la madre vamos! Y luego hacia la felicidad. 

2ª parte: empresa y nuevas constelaciones

HELLINGER: hoy vamos a hablar de la felicidad, ¿están preparados para ello?
¿Quién quiere trabajar con nosotros?... Allí atrás con la camisa blanca... (una mujer).
Cierra los ojos y dile a alguien: “es demasiado”.
Cuando le digo una frase así a alguien, no le ayuda sólo a ella sino también a muchos otros. Cuando tenemos el valor de decir “es demasiado”, algo nuevo puede comenzar, también una nueva felicidad.
¿De qué se trata?

MUJER: estoy nerviosa.

HELLINGER: puedes volver a sentarte en tu lugar, estás jugando conmigo, ahora para mí esto era demasiado. Lo que le he dicho a ella es suficiente. Vuelve a tu sitio. (Sophie interviene).

SOPHIE: sólo debes confiar en que has recibido más de lo que habías esperado, sin comprenderlo ahora. Lo que aquí puedes retener es pequeño, muy pequeño. Y lo que puedes comprender aquí también es diminuto y pequeño, lo grande es incomprensible. Y tú lo has tomado. No lo frenes a través de tus pensamientos y no hables con nadie acerca de esto y tampoco permitas que te pregunten y haz un movimiento, fíjate bien en lo que hago (Sophie tira de los hombros y brazos hacia atrás con un movimiento rápido y seco, como si se quitara algo de encima).
¿Cómo estás así? Siéntate recta, más hacia delante y ahora haz el movimiento. Primero debes centrarte. Mira como lo hago yo (la mujer la imita). Aquí debes sacar algo, soltar, no pensar, confiar (la mujer da las gracias y vuelve a su sitio).

HELLINGER: aquí estamos demostrando una forma avanzada de las constelaciones familiares, en una frase. ¿Quién se atreve? (Hellinger señala a otra persona, un hombre esta vez).
¿De qué se trata?

HOMBRE: quiero tener éxito en mi vida profesional.

HELLINGER: ¿y cómo estás con la profesión en estos momentos?

HOMBRE: comenzando una nueva etapa.

HELLINGER: yo te pregunté cómo estás, como te va con la profesión.

HOMBRE: en este momento, con ansiedad, preocupación, estrés.

HELLINGER: ¿de qué profesión se trata?

HOMBRE: desarrollo humano, coaching y ansiedad y estrés (risas del público, él está sumamente nervioso, estresado).

HELLINGER: ¿para qué personas haces el coaching?
HOMBRE: para qué personas quiero hacerlo... para directivos de empresa, altos directivos.

HELLINGER: ¿entonces eres un asesor de empresas?

HOMBRE: soy coach, ingeniero de profesión y coach.

HELLINGER: ¿qué es lo que deseas ver ahora, la profesión de ingeniero o el coaching?

HOMBRE: coaching, desarrollo humano.

SOPHIE: ¿como ingeniero eras independiente o trabajabas para una empresa?

HOMBRE: he trabajado para varias empresas y ahora para mí mismo.

SOPHIE: ¿pero independiente o en relación de dependencia?

HOMBRE: como ingeniero era dependiente.

HELLINGER: ok, tenemos suficiente información para poder trabajar con ello.
Entonces necesito una representante para la empresa. El coaching es una empresa y para una empresa uno siempre elige a una mujer como representante. ¿Por qué?, no sé, pero así es como mejor funciona (Hellinger elige a una mujer y la sitúa en el espacio). Y ahora permites seguir el movimiento que sientas sin intención y sin temor.
Y ahora elijo un representante para él (la mujer se arrodilla en el suelo y Hellinger pone al representante frente a ella).
¿Qué podemos ver ya en dos minutos? La empresa se hunde (la mujer se recuesta en el suelo). La empresa está atraída por un muerto y él también por supuesto. Está temblando (el representante tiene temblores y se va agachando)

¿Qué podemos ver entonces? El éxito depende de otra cosa, aquí hay algo no resuelto en su familia y eso tiene un efecto directo sobre la empresa y el éxito. También dice algo acerca del coaching, de cómo es posible que alguien asesore sin saber acerca de estas leyes. Nosotros te lo mostramos. Estamos interesados en tu éxito pero ésta es la situación al comienzo (el representante mira a la mujer tendida en el suelo agachándose cada vez más).

SOPHIE: necesitamos una mujer... Tu éxito en estos momentos sólo puede ser mediano, justo para que puedas sobrevivir pero no más (La mujer se sitúa entre el representante y la empresa y poco a poco mira hacia el suelo delante de ella con la mano en el estómago, va agachándose también, se pone de rodillas, sigue agachándose, la empresa empieza a mirarla y se incorpora un poco, después avanza hacia ella y le toca la mano acariciándola, las dos se miran entonces y la empresa se recuesta en su hombro, la otra la acoge pasándole el brazo por sus hombros. El hombre mira consternado y agachado todavía... Llaman a otra persona, un hombre).

SOPHIE: tú te recuestas en el suelo donde él está mirando. La cabeza donde mira él, un poco alejado de él (el hombre reacciona con ansiedad y dolor, agachándose cada vez hasta que pone la cabeza y manos en el suelo, luego acerca su mano a la del muerto, suspirando fuerte y se acerca a él, éste le acaricia la cabeza y se quedan así los dos un rato. La segunda mujer que salió los mira, está de rodillas todavía pero se incorpora).

HELLINGER: sigue temblando (refiriéndose al hombre)... Otra mujer... (la nueva mujer mira a los dos hombres en el suelo y Sophie hace que mire a la segunda mujer que salió).

SOPHIE: al subir al escenario, el primer movimiento siempre es el significativo
(Las dos mujeres ahora se miran, el hombre mira a la última mujer incorporándose un poco mientras coge la mano del muerto. La segunda mujer va moviéndose hacia la empresa que está otra vez tumbada en el suelo y se agacha junto a ella. La última mujer se agacha junto al muerto y le coge la mano, éste tiene la mano de ella y la del hombre en la otra, ambos se miran. El hombre se separa un poco y se va hacia la empresa, al otro lado, la empresa queda entre él y la segunda mujer que salió. El muerto y la tercera mujer se abrazan y ella le mece contra su pecho acariciándole la espalda y la cabeza. La empresa, tumbada todavía, mira a la segunda mujer y al representante del hombre, éste tiene apoyada la cabeza en el hombro de la mujer, Sophie le levanta y él se queda mirando a ambas mujeres).

HELLINGER: ahora necesitamos un hombre más (el representante del hombre mira a la empresa y se ríe, Sophie indica a la segunda mujer que se acerce a la pareja tumbada en el suelo, ésta los mira y se agacha ante ellos y coge la mano del muerto).
Esto es tu primera profesión, ingeniero (la empresa agarra la mano del hombre como una niña – está arrodillada en el suelo – ambos se miran, la antigua profesión está casi de rodillas y abre mucho la boca...)

SOPHIE: el muerto ahora está llorando.

HELLINGER: ¡grita! (la profesión emite un grito desgarrador y se arrastra por el suelo hacia los muertos gritando todavía y abrazando y pasando por encima del muerto hasta que éste lo mira, también coge la mano de la mujer).
Necesitamos a cuatro personas... Poneos aquí, de pie, uno al lado del otro. Seríais los clientes de él (los clientes le miran) ¿Vieron el movimiento de él?, retrocedió ante ellos. No tienes nada para ofrecer a los clientes, esta profesión es un castillo en el aire. Entonces, ¿cuál sería la solución? Busca algo sencillo, algo tipo manualidades y decídete a ponerte al servicio, a servir, comenzando desde abajo, ¿lo podemos dejar así?

HOMBRE: sí, bueno sí, he comentado antes que estoy arrancando, estoy preparando producto...

HELLINGER: bueno, inténtalo... aquí se muestra que esto no es para tí. Ok, muchas gracias a todos.

SOPHIE: ¿qué ocurrió contigo? - preguntándole al representante de él.

REPRESENTANTE: la profesión me dio seguridad y la anterior no me aportaba nada, sentía como si fuera una autovenganza de algo, como que la profesión de ingeniero había sido impuesta, era algo para cumplir con el sistema o algo así, por eso sentía rechazo.
¿Puedes asentir a eso? - preguntándole al interesado.

HOMBRE: no, no fue impuesta, yo quería ser psicólogo (risas) y decidí ser ingeniero, y decidí ser ingeniero (quiere reafirmarlo).

HELLINGER: bueno, lo dejamos aquí.

SOPHIE: ¿ahora eres lo uno o lo otro?, ninguno de los dos.

HELLINGER: ni uno ni otro. Por supuesto, debemos una explicación acerca de lo que ocurrió aquí. Aquí hemos demostrado la otra forma de las constelaciones familiares, nosotros lo llamamos caminar con el espíritu y ¿quién camina con el espíritu?: los representantes. Ellos no sabían nada, tampoco nosotros sabíamos nada acerca de su familia o de lo que ocurrió aquí y si ahora confiamos en esos movimientos sin temor, ¿cuántos de vosotros por ejemplo hubiérais sentido miedo ante lo que ocurría aquí y hubiérais intentado mitigarlo?, mitigarlo psicológicamente...
Y nosotros permitimos que ocurriera y, al final, se mostró algo esencial para él, aquello que él quería no tiene futuro y saber eso de inmediato le ofrece una nueva posibilidad.
De otra manera, tal vez hubiera tenido que pagar por aprender durante 10 años antes de poderse decidir por algo que le trajera éxito y, eso, de muchas maneras. Por otro lado, pudimos ver como el pasado nos tiene prisioneros. En la familia ocurrió algo dramático y él está prisionero allí y, al confiar en los movimientos del espíritu, puede superar ese pasado.
Dirigiéndose al interesado: ahora tú puedes transitar por tu propio camino, ¿cómo? Exitosamente. Mucha suerte.

SOPHIE – dirigiéndose también al interesado - : vimos en la constelación que estás muy ocupado durante toda tu vida, te ocupas en todos los asuntos.
Quiero compartir una experiencia. Había una mujer que emigró a otro país y comenzó allí primero trabajando en la agricultura, luego estudiaba al mismo tiempo y se hizo maestra. Y trabajó en eso y la siguiente profesión que eligió fue la de diseñadora y así quiso el destino que acudiera a una constelación familiar y también se vieron cosas increíbles, parecidas a las de aquí. Y medio año después escribió: “nosotros somos desterrados, mis ancestros fueron echados del país, tenían muchas propiedades, trabajaban la tierra y debieron dejar todo allí. Mi padre era profesor en la universidad o escuela y mi bisabuela diseñaba vestidos para los zares y ahora sé lo que quiero hacer. Yo voy a trabajar con niños, esa es mi profesión y esa soy yo”.

HELLINGER: ahora has encontrado una dirección.
Podemos ver como se van desarrollando las constelaciones mucho más allá de la psicoterapia hacia otros ámbitos, sobre todo ahora en las empresas. Todo es vida, también la empresa es algo vivo y tiene un alma y nuestra profesión también.

¿Cómo os sentís, podéis seguir? Entonces, ¿quién está dispuesto y tiene el suficiente valor? Porque aquí es así según el refrán alemán: primero es diferente, segundo depende de la forma en que pasa (coge a un hombre y llegan dos personas: mujer y hombre).
Puedes sentarte aquí porque lo había elegido a él – dirigiéndose a la mujer -  pero está bien, siéntate aquí. No importa, no somos tan exactos, estamos para todos. ¿De qué se trata?

HOMBRE: quiero trabajar la relación con mis padres y con otras personas.

HELLINGER: necesito entonces a una mujer (toma a la que había salido por equivocación).
Colócate aquí y tú (al hombre) frente a ella. (La mujer tiene las piernas abiertas, llaman a otra mujer y Sophie la coloca detrás y le dice que se tumbe entre sus piernas mirándola. Poco a poco, ella se arrastra de espaldas en el suelo hacia él, hasta quedar justo a sus pies, ahí descansa. Él la mira y se agacha cogiéndole la mano y acariciando su cara y su cabeza. Sophie pone las manos de la 1ª mujer juntas en su sexo, ella sigue con las piernas abiertas y va cerrándolas según mira a su hijo con la otra mujer).

HELLINGER: mira a la madre y dile “ella me pertenece a mí”.

SOPHIE: y yo la amo, yo la amo (la mujer va hacia atrás), y lo hago con gusto también por ti. Yo te amo, yo te amo (él va repitiendo todo ello, la primera mujer se da la vuelta). Díselo otra vez para que lo escuche, para que te crea. “Yo te amo”, “mi querida hermana, mi querida hermana”. ¿Cómo es esto para ti?
-          Estaba confundida, al principio no lo había creído pero ahora sí.
(Él se levanta y mira a la primera mujer, la madre)

SOPHIE: ¿cuántos hermanos tienes?

HOMBRE: dos.

SOPHIE: Ahora tengo tres.

HOMBRE: ahora tengo tres, “mamá ahora tengo tres hermanos”. (La hermana muerta se coloca detrás de él, sigue tumbada, la madre comienza a acercarse lentamente al principio, más rápido después y se coloca a la izquierda del hijo (parece su pareja en lugar de su madre, la hermana se incorpora un poco y se sienta en el suelo)

HELLINGER: hay uno más o varios... Bueno, podemos dejarlo aquí, vuelve a sentarte. Gracias a uds dos. (Las dos mujeres siguen mirándose y la madre se agacha en cuclillas hasta que la hija se tumba de nuevo)
Una de las principales comprensiones de las constelaciones familiares es que ningún miembro de la familia puede quedar excluido sin efectos amplios para otros en la familia. Por el movimiento que se dio, pudimos observar que se trataba de un hijo abortado y si algo así sucede estos muertos atraen a muchos de los otros hermanos y por supuesto entonces les es difícil entablar otras relaciones y la solución siempre es la misma: los excluídos vuelven a ser tomados en la propia alma y en la familia y al final los hijos, esos hijos abortados, se los deja a los padres y hay un movimiento básico que voy a hacer contigo. Acompáñame (Hellinger lo lleva hacia su hermana). La miras con amor y dile...

SOPHIE: y le vuelves a decir una vez más “yo te amo” y luego la acaricias una vez más.

HELLINGER: dile “tú perteneces a tu madre”. Te pones de pie, miras a lo lejos, a tu futuro y sin mirar hacia abajo das un paso por encima de ella... ¿Cómo te sientes ahora?

HOMBRE: bien.

HELLINGER: eso es un futuro feliz.

SOPHIE: para todos aquellos que no lo ven, ella (la hermana) se volvió hacia el otro lado y sonrió feliz y también la madre le sonrió a él.

HELLINGER: ¿está bien?, gracias ahora, ¿cómo estás ahora?

HOMBRE: bien, muy bien.

HELLINGER: ahora cerrad los ojos.
Nos dirigimos a nuestra familia y comenzamos a contar cuantos están y cuantos otros también quizá pertenecen y miramos alrededor y percibimos exactamente, interiormente, cuántos son. Y podemos comprobar a través de nuestra sensación interior qué lugar ocupamos como hijos en nuestra propia familia y comenzamos a contar y vemos en qué número repentinamente nos sentimos bien enraizados en el suelo.
Ese es nuestro lugar. En él seremos felices...



Terapeuta en psicología Gestalt ,Terapeuta en Constelaciones Familiares. Terapia Individual en consultorio privado,Terapia de Pareja. .